Que felicidad es que se duerma entre tus brazos, sin preocupaciones y sonriendo mientras sueña.
Y que empiece a sonar una de vuestras canciones y querer que despierte a besos, pero no hacerlo por seguir viendo cómo duerme.
Notar su calor enroscado en cada parte de tí, el peso de sus brazos sobre tu pecho y su respiración a la altura del cuello.
El cosquilleo que provoca sonrisas cada vez que expulsa el aire de sus pulmones.
Pensar que estas enamorada, hasta las trancas y sin remedio, y que aún así no te importen nada los tópicos.
Que eres feliz, y que le den al resto del mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario